jueves, 28 de enero de 2010

Búho Real

El Búho Real es más sobresaliente cazador de las rapaces nocturnas. Su gran envergadura (hasta 180 cm con las alas extendidas y peso cercano a los 3 kg), sus poderosas garras, su vuelo silencioso y ágil, y su excelente visión le convierten en la más formidable ave de presa de la noche, terror de roedores, erizos, mustélidos, conejos e incluso de otras aves de presa nocturnas.

Su lúgubre ulular, sus inquietantes ojos anaranjados y la dificultad para dejarse ver han rodeado siempre a esta magnífica ave de un halo de misterio que, frecuentemente, le ha hecho protagonista de mitos y leyendas.

Debido a su fácil cría en cautividad es utilizado también en la cetrería.

Se trata de una especie habitualmente sedentaria e irregularmente repartida en la Península, siendo raro o ausente en amplias zonas del norte. Se estima la población española de Búho Real en más de 3.000 ejemplares, siendo su principal enemigo la acción de hombre que expolia sus nido, reduce sus territorios de caza o implanta tendidos eléctricos que causan su mortandad.

Musgos

En el mundo existen más de 15.000 especies distintas de musgos, algunas de ellas acuáticas. Se trata de una planta muy simple que no tiene ni frutos ni flores.

La presencia de musgo en nuestros bosques denota la presencia de agua y humedad.

El musgo se asienta sobre piedras, muros, troncos o directamente sobre el suelo, reteniendo el agua a modo de esponja, lo que contribuye a evitar la erosión del suelo y a preparar las condiciones para que otra clase de plantas comiencen a desarrollarse. Es por ello que debemos caer en la tentación de arrancar musgo para adornar los belenes navideños, costumbre tan arraigada como perjudicial para nuestro entorno natural.

El musgo es capaz de sobrevivir a largos periodos de sequía, reviviendo con el agua después de haberse secado.

En España existen 1.000 especies diferentes de musgos, 300 de las cuales podemos localizarlas en La Rioja.

sábado, 23 de enero de 2010

Senda del Agua de Matute

Bucólico recorrido apto para todo tipo de caminantes.
Ficha técnica del recorrido

Acebo (Ilex aquifolium)


Familia: Aquifoliaceas

Su nombre procede de: Ilex, del nombre latino de la encina, por el parecido de sus hojas; aquifolium, nombre clásico del acebo, quizás de acus=aguja y folius=hoja, aludiendo a los pinchos de las mismas.

El acebo es un pequeño árbol o arbusto que no suele sobrepasar los 10 metros de altura y que actualmente se encuentra protegido debido a que es muy apreciado como ornamento en Navidad.

Sus hojas, perennes, son muy características a causa de su color verde brillante en la parte superior y sus espinas en los bordes.


Siempre surge la duda de si el acebo es macho o hembra... de lo que se trata es de un árbol dioico que tiene flores masculinas o femeninas. Por tanto solo aparecen frutos en los ejemplares hembras. Flores blanquecinas o verdosas, axilares, solitarias o en fascículos. Fruto drupa, globoso, de color rojo, de 7-8 mm de diámetro. Fructifica entre septiembre y octubre momento realmente espectacular para ir a verlos en su hábitat. Los frutos son Tóxicos.

El acebo crece en casi toda la Península Ibérica, especialmente en sotobosques de hayas, robles y pinos.

En La Rioja, podemos encontrarlo en muchas zonas, destacando el acebal de Valgañón, considerado el más importante de toda la región. Para llegar a el se parte del pueblo de Valgañón dirección Burgos y a 5 km hay una pista forestal que se toma hasta una planicie con una charca donde se deja el coche y se parte hacia unas edificaciones (corrales) desde las que se ve el bosquete mas adelante hacia el este.

Las ramas de Acebo tienen “imán” sobre los paseantes que se encandilan con sus colores. No merece la pena su recolección pues las hojas y frutos se caen a las pocas horas de cogerse. Respétalos.

(la foto fue tomada en los alrededores de Turza)

Miguel Pérez y Nano del Hoyo

Líquenes, ejemplo de simbiosis

En la naturaleza algunos seres vivos se asocian para obtener beneficios comunes. A este curioso fenómeno natural se le conoce con el nombre de mutualismo. Es el caso, por ejemplo, de los líquenes, que no son sino una asociación de un alga con un hongo, que juntos se comportan y reproducen como una planta única e independiente. El hongo se encarga de proteger al alga de las radiaciones directas del sol y le brinda agua y sales minerales. El alga, por su parte, realiza la fotosíntesis y proporciona al hongo alimento y vitaminas.

Los líquenes tienen una alta tolerancia a circunstancias ambientales desfavorables. En momentos de desecación, ya sea por el sol o por el viento, suspenden su actividad, la cual inician nuevamente al recobrar el agua por medio de la lluvia o del rocío. Esta forma de vida intermitente limita su crecimiento, pero les permite vivir en lugares donde difícilmente podría desarrollarse una planta. La falta de competencia y la ausencia casi total de depredadores ha compensado su lento crecimiento, permitiendo a los líquenes diversificarse y colonizar diversos territorios en el planeta.

La naturaleza del sustrato determina la distribución y crecimiento de los líquenes. Se puede afirmar que crecen sobre cualquier superficie bien iluminada, como las rocas, las cortezas de los árboles o el suelo. Aunque no son exigentes con la humedad y la temperatura sí son muy específicos del sustrato en que se desarrollan. Los líquenes que crecen sobre los árboles no son los mismos que viven sobre las rocas y aún son distintos aquellos que crecen sobre rocas silíceas o sobre rocas calcáreas.

Hay líquenes que prefieren sustratos ricos en nitrógeno y viven en áreas frecuentadas por el hombre. La capacidad de absorber y acumular diversas sustancias presentes en el ambiente ocasiona que la mayoría de los líquenes no toleren la contaminación. La acumulación de estas sustancias y su imposibilidad de excretarlas, retardan su crecimiento, dificultan su reproducción y pueden provocarles su muerte. De esta forma los líquenes se consideran indicadores naturales o bioindicadores de la contaminación atmosférica.


Foto: Mónica Martínez
Fuente: Durán y Pascual (1997). Los hongos, algas y líquenes.

sábado, 16 de enero de 2010

Reserva Natural de los Sotos de Alfaro

Testimonio de la exhuberante vegetación que acompañaba al Ebro en su andadura, los sotos constituyen hoy reductos privilegiados para la vida silvestre. Lo que en otros tiempos debió constituir un extenso y amplio pasillo ribereño acompañando al Ebro en ambas orillas, se presenta hoy fragmentado. Pequeños enclaves de riqueza y diversidad.

Adentrarse en los sotos o acercarse a madres y playas significa introducirse en uno de los ecosistemas más ricos y diversos de nuestro territorio.

La confluencia entre dos mundos, el acuático y el terrestre, genera un mosaico de hábitats y comunidades con una elevada biodiversidad.

La Reserva proporciona refugio a un buen número de especies vegetales y lugar de cría, refugio o alimentación a más de 200 especies animales, entre las que destacan las 172 especies de aves.

El Ebro y sus sotos funcionan además como un excepcional corredor ecológico que conecta espacios distantes y proporcionan un espacio imprescindible de descanso y aprovisionamiento a las aves durante sus migraciones.

(texto extraído del folleto “La reserva Natural de los Sotos de Alfaro. Oasis de biodiversidad”, editado por la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de La Rioja).


Lugares de interés por la zona:

* Colegiata de San Miguel (Alfaro): en cuyas repisas, tejados, pináculos y cornisas se ubica la que posiblemente es la mayor colonia urbana de cigüeña blanca de todo el mundo.

domingo, 10 de enero de 2010

De Brieva al Collado de Canto Hincado

Tramo del GR-93 en el que se recorre un precioso paisaje hasta coronar, al cabo de 4 km. y fuerte pendiente, el Collado de Canto Hincado, muga entre Brieva y Ortigosa.


El camino comienza saliendo de Brieva por la carretera hacia Ortigosa, tomando a unos 200 mts. de la última casa una pista que sale a la derecha hacia las Peñas de la Escalera.

El recorrido está perfectamente señalizado con las habituales señales del GR: pintadas y estacas en el suelo con los colores blanco y rojo.

sábado, 9 de enero de 2010

Monasterio de Valvanera

El monasterio de Valvanera se encuentra situado en las estribaciones de la Sierra de la Demanda, a 14 km de Anguiano y a 60 km de Logroño. En él se alberga la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja y una de las imágenes de la Virgen consideradas más antiguas de España.

La Iglesia es de estilo gótico tardío y su origen se remonta a la época de Leovigildo. Dentro del monasterio cabe destacar su importante biblioteca, que alberga documentos manuscritos de gran valor, entre los que destacan un códice miniado del s. X, con los "Comentarios a la regla de San Benito".

viernes, 8 de enero de 2010

Vía Verde de Préjano

Un agradable paseo siguiendo el trazado de un antiguo ferrocarril minero.

Dificultad: ninguna / Desnivel: inapreciable / Tiempo estimado (ida + vuelta): 3 horas 30´ / Distancia: 9 km (5 en la Vía Verde de Préjano + 4 en la Vía Verde del Cidacos) / Acceso: desde Arnedillo.

Nota: el recorrido se puede realizar íntegramente en bicicleta de montaña.
Comenzaremos la excursión en la antigua estación ferroviaria de Arnedilo, próxima al balneario. Localizaremos sin dificultad un aparcamiento, en el que dejaremos nuestro vehículo.

La ruta, señalizada en todo el recorrido, comienza al lado de la estación. No tardaremos en adentrarnos en un largo túnel iluminado.

Mencionar la gran colonia de buitre leonado que reside en los roquedales próximos a Arnedillo y la existencia de varias áreas recreativas y miradores a lo largo del recorrido.

En 4 km dejamos la Vía Verde del Cidacos por la que veníamos discurriendo y tomamos el ramal de la Vía Verde de Préjano, que en 5 km nos terminará por llevar al área recreativa del Pozo de San Antonio, donde finaliza la marcha. Se puede completar la misma con la visita al cercano yacimiento de icnitas de Valdemurillo, a 20´.

El regreso se realizará por el mismo camino.

Resaltar que el trayecto a seguir, así como el yacimiento de Valdemurillo, se encuentrar perfectamente señalizados en todo momento, por lo que las posibilidades de extravío son inexistentes