La subida al Vértice de Anayet, visitando previamente los ibones del mismo nombre, es una asequible ruta montañera (eso sí, larga si se pretende realizar en una sola jornada) que discurre por los bellos parajes del valle de Canal Roya. Lamentablemente este valle está particularmente amenazado por un proyecto de infraestructuras dedicadas al esquí que pretenderían unir las actuales estaciones de Formigal y Astún. De llevarse finalmente a cabo este execrable proyecto, se produciría la destrucción de unos hermosísimos e inigualables paisajes de incalculable valor ecológico y paisajístico. Conviene reseñar que este tipo de entornos son excepción dentro de la calcinada geografía española, por lo que velar por su preservación y cuidado debería ser una máxima para todos. No todo vale en la mercantilización de los recursos naturales, pues las actividades en ciertos espacios naturales especialmente sensibles y valiosos deberían, en buena lógica, regirse por el principio de la mínima alteración del entorno y el menor impacto. Así pues, deseo y espero que algún día, dentro de muchos años, pueda repetir la visita a estos parajes, volviendo a deleitarme con los excepcionales y asombrosos paisajes que adornan aquellas latitudes, sin que finalmente algún proyecto urbanístico haga necesario hablar de la magnificencia de la Canal Roya en pretérito.
Aparcamiento donde comienza la ruta
Los lirios están presentes en buena parte del camino
Respecto al itinerario a realizar, la ruta comienza en el aparcamiento habilitado a pocos kilómetros de Canfranc Estación, yendo por la carretera hacia Candanchú, en una curva justo antes de llegar al cuartel militar de Rioseta, donde aparece un amplio espacio a la derecha de la carretera, con paneles indicativos de la travesía a seguir. En todo momento seguiremos las señales blancas y rojas del GR-11 que nos conducirá a los ibones.
Tras estacionar el vehículo, comenzamos la marcha tras atravesar un puente sobre el río Aragón.
Durante los inicios de la travesía, atravesamos un bosque que más adelante deja paso a una zona más despejada. En los primeros kilómetros discurriremos a lo largo del valle en moderado ascenso.
Valle de Canal Roya
Tras algunos repechos que nos acercan al refugio de Canal Roya o de Lacuars (en mal estado), continuamos por la senda bien visible que nos conduce al final del valle, donde nos topamos con la impresionante muralla rocosa de la Rinconada (km 7), el tramo de subida más pronunciado de la ruta, que ascenderemos a la vista de la mole del Anayet, que nos contempla impávida desde la derecha.
Ibones de Anayet
Además de la indiscutible belleza del entorno por el que transitaremos, resulta destacable la geología que caracteriza a los picos de Anayet, donde se encuentran areniscas rojas, andesita y otros restos propios de lo que fue una zona volcánica. El mismo pico de Anayet está formado por un pitón volcánico, del que se conserva la chimenea del antiguo volcán.
Tras alcanzar la parte alta de La Rinconada, llegaremos rápidamente a los ibones (2.227 metros), desde donde se puede apreciar claramente la silueta rojiza y piramidal del Vértice del Anayet y el collado Rojo o de Anayet, al que nos dirigiremos tras visitar los lagos. Comentar que, cuando realicé esta travesía en julio del 2012, las aguas de los ibones de Anayet estaban infestadas de sanguijuelas, por lo que no seré yo quien recomiende el baño en estas aguas, aunque la tentación sea grande si la temperatura aprieta.
Tras alcanzar la parte alta de La Rinconada, llegaremos rápidamente a los ibones (2.227 metros), desde donde se puede apreciar claramente la silueta rojiza y piramidal del Vértice del Anayet y el collado Rojo o de Anayet, al que nos dirigiremos tras visitar los lagos. Comentar que, cuando realicé esta travesía en julio del 2012, las aguas de los ibones de Anayet estaban infestadas de sanguijuelas, por lo que no seré yo quien recomiende el baño en estas aguas, aunque la tentación sea grande si la temperatura aprieta.
Murallas de La Rinconada
Mole del Anayet
Senda de ascenso al Vértice, con Anayet en primer plano y Midi d´Óssau al fondo
Desde el collado (2.413 metros) las vistas son realmente impresionantes. Asimismo, se observa claramente la senda que tenemos que seguir para alcanzar la cumbre del Vértice, de 2.559 metros de altura, un pico bastante emblemático y popular, por su fácil acceso y buenas vistas.
El regreso se puede realizar por el mismo camino que llevamos a la ida, pero también existe la opción de regresar desde el collado del Anayet por el Barranco de las Negras, itinerario que parece bastante evidente pero que yo no seguí y cuyo trazado aparece en este enlace (incluye track para GPS):
http://www.canfranc.es/senderos/fichas.php?id=15
Cumbre del Vértice de Anayet
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