miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ascensión al Pico San Millán (Burgos)

Os presento un resumen fotográfico de la subida al Pico San Millán, en la Demanda burgalesa, que realicé recientemente.
Se trata de un dosmil de poco relieve, cuya cara norte presenta características propias de alta montaña. No en vano, se trata de la montaña más elevada de la provincia de Burgos.

Para acometer la subida por la vertiente norte (la más salvaje y bella, pero también mucho más dura que por otros accesos) discurre por el Valle del río Urbión (no confundir con el valle riojano que lleva el mismo nombre) partimos de la localidad de Santa Cruz del Valle Urbión.

Se trata de un recorrido exigente, que salva más de 1.000 metros de desnivel, y que en invierno requiere de material de alta montaña (piolet, crampones,...).

Una de las cascadas de Altuzarra, de gran espectacularidad

Hacia la cumbre, por la cara norte
Duro y último repecho antes de alcanzar la cima
Vista del Trigaza desde la cumbre


Cordal cimero
Valle de Urbión, acceso a la vertiente norte del San Millán
Vista desde la cumbre
Cumbre del San Millán
Fotografías de Dani G. Óscar B. y Nano del Hoyo

lunes, 20 de diciembre de 2010

Tala de pino negro en Cebollera

El lunes 20 de diciembre los medios locales publicaban la noticia de una tala de pinos en la Sierra de Cebollera, concretamente en las faldas del Castillo de Vinuesa.

Tal noticia no tendría mayor trascendencia de no ser porque precisamente en ese lugar protegido se localiza el único reducto natural de pino negro en La Rioja, que al parecer ha sido la especie afectada por esa corta cuando menos polémica y difícilmente explicable.

El desaguisado, denunciado por unos caminantes que pasaron por allí, era conocido y fue consentido por la Consejería de Medio Ambiente, que alega que la tala se hizo para «favorecer el hábitat de la perdiz pardilla, especie en peligro de extinción y presente en el área, y para prevenir incendios forestales». Sin embargo, el verdadero motivo parece más bien relacionado con intereses cinegéticos (por lo visto los árboles en cuestión impedían la correcta visión desde los puestos de palomas situados en ese mismo lugar).
Conviene recordar que el rincón de pino negro afectado es una de las joyas botánicas de nuestra región. Se trata de un reducto de altísimo valor natural, el refugio de una especie singular más propia de Pirineos que de nuestras latitudes.

Parecen ridículos los motivos esgrimidos por dicha Consejería para justificar esta agresión medioambiental, que, insistimos, se realiza en una zona especialmente valiosa y singular desde el punto de vista ecológico.

Aunque el daño es irreparable y está ya hecho, esperamos que se depuren responsabilidades en este desagradable asunto que debe ser aclarado convenientemente. Ojalá no tengamos que hacernos eco de este tipo de sucesos y que, algún día, la desfachatez de ciertos desaprensivos no tenga lugar de ser en una sociedad que de una vez por todas desprecie a quienes solamente conciben el medio natural como oportunidad de negocio o como rédito para alimentar su oportunismo político.